El planeta de Álvaro: La otra cara de Tuenti

jueves, 19 de noviembre de 2009

La otra cara de Tuenti


Llegar del instituto y abrir tu Tuenti. A ver qué tienes hoy. Un comentario quizá, tal vez una petición de amigo o puede que un mensaje privado de alguien especial para ti. Éste mecanismo se ha convertido en algo rutinario para mucha gente, más aún para un adolescente como yo. Tuenti se ha tornado en una de las redes sociales más utilizadas y un camino fácil para conocer gente nueva e interesante. Una red social que crea adicción, no mala, está claro, pero que la crea. Poder subir un número indefinido de fotos lo convierte en un álbum perfecto que no ocupará espacio en el disco duro de tu ordenador. Hasta aquí todo son comodidades. Aquél/lla adolescente que no tiene Tuenti se considera un extraño. Tuenti no disgusta a nadie. Es muy entretenido y, como he dicho antes, ofrece la posibilidad de conocer gente de muchos lugares.
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Sin embargo, Tuenti, en la adolescencia, porque lo estoy viviendo en primera persona, crea una fama imborrable en cada usuario. Si te preguntan por alguien y no sabes de quién te hablan, rápidamente puedes contestar, ¿cómo es su Tuenti?, al decírtelo, normalmente acabas sabiendo de quién se trata. Cualquier persona que tengas como amigo en Tuenti puede ver tus fotos, tu estado, los comentarios que te dejan, los que dejas, los comentarios que dejan en tus fotos, tu edad e incluso donde vives... es decir, si eres un usuario muy activo, cualquier persona considerada como "amigo" en ésta red social puede enterarse de toda tu vida.

Es por eso que la intimidad en la adolescencia ha ido desapareciendo poco a poco gracias a Tuenti. Ahora cualquiera puede saber si tienes novio, quién es tu mejor amigo, donde paras por las noches, con quién tratas más y con quién tratas menos. Incluso aunque te propongas agregar a tu Tuenti sólo a tus verdaderos amigos, acabas aceptando a otras personas que no conoces de nada, o sólo de vista. Estoy seguro de que la mayoría piensa lo mismo que yo y que quizá las cosas irían mejor sin Tuenti. Pero también estoy seguro de que si ahora mismo Tuenti se cerrara, mucha gente perdería uno de sus mayores hobbies. Son las diferentes perspectivas de una web que ha ido subiendo como la espuma. Yo, personalmente, a pesar de haber dicho todo ésto, seguiré siguiendo mi rutina. El debate está en el aire.
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