Juan del Valle Sepúlveda, socio número 77 del Xerez Deportivo, que tenía 74 años de edad, murió ayer en las gradas del estadio de Chapín mientras el Xerez disputaba su partido con el Espanyol. El día de Andalucía no fue motivo de fiesta en este caso, que se llevó a este aficionado al poco de empezar el encuentro. Yo mismo estuve muy cerca de lo ocurrido y las asistencias médicas no pudieron hacer nada para reanimarle a pesar de todos los masajes cardiacos que estuvieron dándole durante un buen rato y a pesar de la utilización de los desfibriladores. En el descanso del partido, lo intentaron sin parar en una de las escaleras de preferencia y todos los aficionados miraban a ver qué ocurría. Al final, acabó de la peor forma. Descanse en paz.
El lado simpático de la tarde estuvo en el chaparrón que cayó antes de la conclusión de la primera parte del partido, que obligó a toda la afición que estaba en la parte mas baja de las gradas a subirse para arriba para evitar mojarse. Eso solo en preferencia, ya que el viento daba para ese lado -yo me puse chorreandito- y te tenías que mojar sí o sí. La afición se reunió en la parte donde el agua no llegaba sentada por las escaleras o por donde hubiese un sitio. Todo esto acompañado de un frío bastante curioso, que yo experimenté de forma directa. Al salir de casa parecía primavera, y me dije 'no, hoy no hará mucho frío...', anda que no. Con dos camisetas y un jersey me planté en Chapín y por poco me quedo como Walt Disney. Menos mal que después el viento paró y pudo soportarse bien.
Y el Xerez, empatito en casa que no vale pa ná. Qué partío más malito.
El lado simpático de la tarde estuvo en el chaparrón que cayó antes de la conclusión de la primera parte del partido, que obligó a toda la afición que estaba en la parte mas baja de las gradas a subirse para arriba para evitar mojarse. Eso solo en preferencia, ya que el viento daba para ese lado -yo me puse chorreandito- y te tenías que mojar sí o sí. La afición se reunió en la parte donde el agua no llegaba sentada por las escaleras o por donde hubiese un sitio. Todo esto acompañado de un frío bastante curioso, que yo experimenté de forma directa. Al salir de casa parecía primavera, y me dije 'no, hoy no hará mucho frío...', anda que no. Con dos camisetas y un jersey me planté en Chapín y por poco me quedo como Walt Disney. Menos mal que después el viento paró y pudo soportarse bien.
Y el Xerez, empatito en casa que no vale pa ná. Qué partío más malito.
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